Ya sea por el apego emocional que podemos generar por algunos muebles que han pertenecido a nuestros seres queridos durante generaciones, por la excelente calidad de la madera maciza de los muebles antiguos o simplemente por su valor estético o práctico, es muy difícil deshacerse de estas pequeñas reliquias de nuestros hogares. Por esto hoy veremos cómo pintar un mueble antiguo.
Veremos que podemos adaptarlo al tipo de decoración que más nos guste o más represente nuestra personalidad, y es que hay un sinfín de imágenes de inspiración circulando por la red de muebles antiguos restaurados, que además de dar un toque vintage a nuestras casas, nos hacen perdurar y reciclar auténticos tesoros.
Materiales básicos necesarios para pintar un mueble antiguo de madera
Pintar un mueble antiguo es cómo pintar un mueble de madera maciza cualquiera, no hace falta más que pintura y alguna herramienta para aplicarla. Aún así recomendamos algunos materiales y herramientas más para obtener un resultado perfecto.
- Lija fina y lija gruesa, a poder ser de esponja para maniobrar mejor.
- Cinta de carrocero estrecha, para proteger los bordes que no queremos pintar con precisión.
- Imprimación o selladora para madera, que nos garantizará una homogeneización y correcta aplicación de la pintura posterior
- Paletina de cerdas azules, ya que utilizaremos un esmalte al agua.
- Rodillo para esmaltar azul. Suelen ser rodillos relativamente duros para conseguir un efecto extraliso. Y el color hace referencia al tipo de pintura a aplicar, en nuestro caso un esmalte al agua.
- Esmalte del color deseado: Nunca mejor dicho, para gustos, colores. En nuestro caso utilizaremos el esmalte multisuperficies acrílico de Tkrom que, además de ser de fabricación propia, es uno de los mejores esmaltes que existen en la actualidad en el mercado (no lo decimos nosotros, lo dicen los profesionales que se han cambiado desde que salió al mercado). Pero puedes pintar con el que prefieras, aquí puedes ver nuestra selección de esmaltes.
Pasos para pintar un mueble antiguo y dejarlo nuevo
Con todo el material preparado, nos ponemos a trabajar. Antes, pero, debemos adecuar el espacio al que vamos a realizar el pintado y también el mueble que queremos pintar.
Prepara el espacio
Es recomendable pintar siempre en un espacio limpio, seco y ventilado siempre que se vaya a utilizar pintura, puesto que su olor puede generar dolores de cabeza. Además, sería conveniente proteger el suelo del lugar de trabajo con plásticos o hojas de papel de periódico para evitar manchas innecesarias y que sea más fácil y rápido recoger una vez finalizada nuestra tarea.
Desmonta cuidadosamente el mueble
Para facilitar cualquier tarea, se recomienda desmontar el mueble en medida de lo posible, es decir, separar cada pieza que sea desmontable, incluyendo así también los cajones, las puertas e incluso las asas, manillas o tiradores.
Aunque parezca más trabajo el hecho de desmontar y después tener que volver a montar una vez seco, esto facilita en gran medida su tratamiento y pintado, puesto que accedes cómodamente a cada parte del mueble y no te preocupas de manchar los elementos decorativos no deseados.
Guarda y separa cada pieza adecuadamente para facilitar el trabajo de montaje posterior. Si bien es cierto que hay grandes cadenas de bricolaje que ofrecen un gigante abanico de posibilidades, quizás no siempre sea posible encontrar tiradores o manillas que se adapten a la perfección a nuestros muebles, por ello, siempre se puede dar una nueva vida los antiguos, limpiándolos, abrillantándolos o incluso cambiando su color. Pese a ello, no suele ser algo muy común no encontrar lo que deseamos, y ¡es increíble cómo cambia de aspecto un mueble antiguo con tiradores modernos!
Repara y prepara la superficie de madera
En primer lugar, necesitaremos revisar el estado del mueble. La madera es un tipo de material que sufre en gran medida con los años. Los golpes, las rayaduras e incluso los cambios de temperatura producen diferentes efectos en su superficie, abombándola o hinchándola haciendo que no cierren correctamente sus puertas o que el tablero superior no quede liso. Pese a su resistencia, es fácil dañarla y que su aspecto no se vea como nuevo. Para sanearla, hay un sinfín de productos reparadores de maderas y masillas para las pequeñas rayaduras y grietas. Con ello, es importante no saltarse un paso fundamental antes de aplicar nada nuevo: lijar.
Lijar es muy necesario, ya sea para eliminar los restos de antiguos barnices, pulir astillas derivadas de golpes, solucionar problemas de desigualdades y asperezas y conseguir así una superficie de trabajo lisa y perfecta para aplicar posteriormente cualquier producto sanador. Es importante pasar un paño seco -o ligeramente húmedo- para retirar cualquier exceso de polvo o suciedad derivada del lijado de la madera, consiguiendo así una base lisa, suave, uniforme, limpia y seca, ideal para pintar.
En el caso de que alguna de las piezas de nuestro mueble tenga golpes, marcas o rayones, es necesario aplicar una masilla especial para madera con una espátula de manera delicada, sin aplicar grandes cantidades de producto. Tras ello, se debe esperar a que esta masilla esté totalmente seca para poder volver a lijar esa zona y, de nuevo, limpiar y secar. Es cierto que se trata de un proceso que toma tiempo, pero el resultado es increíble.
Seguidamente, protegeremos con cinta de carrocero o pintor todas aquellas zonas que no queramos pintar, ya sean grabados, tallados u otros elementos decorativos. Este paso es totalmente opcional si no procede.
Empieza con una capa de imprimación para muebles de madera
Una vez listo, aplica una mano de imprimación especial para muebles de madera. Esto actuará a modo de adhesivo y sellador de la pintura, en este caso esmaltada, sin dañar a la madera natural y haciendo que el resultado perdure durante más tiempo.
Aplica esta imprimación en cada pieza, con especial interés si existen cajoneras, puesto que su uso genera más daños. Este tipo de material, suele tener un color claro, pero no debes alarmarte si no te gusta, ya que nos facilitará enormemente el trabajo posterior y resaltará el color que hayamos elegido.
Debemos esperar a cumplir las recomendaciones de secado de cada fabricante según la selladora que hayamos elegido.
Primera capa de color
Tras comprobar que esté completamente seca la imprimación, es hora de pintar. Empezamos con la paletina pintando los bordes y las esquinas de cada pieza. Recomendamos no tomar la pintura con la brocha directamente del bote, sino utilizar una bandeja de pintor para no cargar en exceso, produciendo goterones, manchas y desigualdades. Este tipo de pinturas seca rápido, y dejar brochazos es algo sencillo si no se trabaja con dinamismo.
Una vez tenemos todo el mueble «bordeado», cogemos el rodillo para esmaltar y aplicamos la pintura en todas las superficies planas sin cargar demasiado el rodillo y estirando bien la pintura, para evitar marcas, goterones y variaciones de color.
Una vez esté seca la primera capa, comprobaremos si nuestro mueble necesita otra mano de esmalte. Todo dependerá de la calidad de la pintura utilizada, el color elegido y la imprimación previa que hayamos dado. En caso que consideremos que si la necesita, procederemos como en el paso anterior.
Una vez seco el esmalte completamente, tan solo sería necesario volver a montar el mueble. Ya tenemos nuestra antigua reliquia con un lavado de cara moderno y estético a juego con nuestro hogar.
Consejo extra para conseguir el efecto vintage
Si hemos seguido los pasos anteriores, tendremos nuestro mueble como nuevo. Liso y sobrio. Pero, ¿Qué pasa si queremos darle un toque vintage?
Existen muchas formas de conseguirlo. Aquí te dejamos este video en el que lo hace con un trapo húmedo, aunque más abajo te explicamos como hacerlo de manera más profesional.
SIi te gusta la idea de adecuar tus muebles a esta moda de lo “antiguo”, sigue todos los pasos hasta la imprimación y, después, apliques la pintura esmaltada mediante brochazos desiguales. Una vez seca la primera capa, pasa una lija aplicando distintas presiones en distintas zonas y vuelve a atacarlo con la brocha.
Después de la segunda capa, repite con la lija. Aunque durante el proceso pueda parecer que no saldrá bien, estos brochazos darán a tu mueble esa pizca de vida que a un mueble liso y brillante quizás le falte, y le restará sobriedad.
Una vez ya tienes tu mueble pintado con el efecto desgastado, tan solo quedará aplicar una capa de barniz o laca mate y transparente para conservar el efecto por los tiempos de los tiempos.
Las tendencias no cambian en cuanto a la decoración de interiores de los últimos meses y es que el blanco se impone cada vez con más fuerza. Si te has decidido a pintar tus muebles de un inmaculado y vibrante blanco, prueba a cambiar los pomos y tiradores. Sin duda el dorado y el plateado le dan un gran toque elegante y clásico a cualquier pieza, pero puedes atreverte con una infinidad de colores y formas con los que puedes cambiar el aspecto del mueble tan solo mediante esos pequeños detalles.
Ahora que ya has pintado tu mueble antiguo, puedes seguir con estos tutoriales sobre cómo pintar las puertas de madera o, en el caso que tus muebles no sean de madera maciza, cómo pintar muebles de melamina. S te animas, puedes seguir pintando con nuestros consejos sobre cómo pintar una pared perfectamente para pintar tu habitación o pintar tu salón como si hubiese pasado un profesional por tu casa. Y si te atreves, puedes pintar tu cocina y renovarla con el mínimo presupuesto.